domingo, 25 de abril de 2010

Antología: << Poética >>




Versos para una muerta.



Puedo hablarte tras las nubes,

ignorar la distancia, el tiempo.

Es verdad, que estás lejos;

que tu perfume se desvaneció

como tragado por muertos.



Es verdad que no puedo verte,

tampoco puedo escuchar tu voz;

sin embargo, puedo hablarte

aunque tu boca no me responda.

Puedo decirte que ya no me causas

congoja, ni tu lejanía me daña.





Tu recuerdo me viene de la noche,

como vapor que se pierde,

sin hallar lugar en que posarse;

y, así ha de ser.




Puedo tenerte de noche

una vez más,

no como en aquellas noches;

hoy, desnuda, sólo me llamas a reflexión,

fría y desencantada.

1 comentario:

  1. Es un poema intenso, que habla de la muerte, de la lejania, de la imposibilidad del amor, donde finalmente se encuentra la paz, o la conformidad
    al destino. Sugerentes imagenes como el vapor que se pierde, las nubes, la noche, se entremezclan con el deseo truncado ante la frialdad de la muerte ya sea fisica o espiritual.

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